El credo de los asesinos: los tres preceptos. Las tres ironías.
Los tres preceptos rigen las normas de comportamiento de
todos los miembros de la hermandad de los Asesinos: se establecieron cuando la
Orden daba sus primeros frutos y han perdurado hasta hoy. Los tres preceptos de
su credo son los siguientes:
Si el credo es el corazón de la ideología Asesina, los tres
preceptos forman los pilares del protocolo de la Orden. El primer precepto es
la base del honor de la Hermandad: un Asesino debe mostrar moderación y cobrar
vidas sólo cuando sea necesario. El segundo precepto proporciona fuerza a la
Hermandad: un Asesino debe ser discreto y sutil, y ocultarse mezclándose con la
multitud. El tercer precepto garantiza la supervivencia de la Hermandad: un Asesino
debe ser siempre íntegro y actuar de modo que jamás cause daño a la Hermandad.
Los dos primeros preceptos son los que diferencian más a los
Asesinos de sus enemigos, los templarios. Mientras que éstos luchan por el
orden y la paz controlando a las masas, los Asesinos respetan el poder del
pueblo, que es el poder de la mayoría. La Hermandad actúa entre la gente y a
través de la gente. Su relación con ella es simbiótica. El pueblo, a menudo de
forma inconsciente, aporta a los Asesinos los recursos para ocultarse de los
templarios; a cambio, los Asesinos respetan la vida de los inocentes.
El cumplimiento estricto de sus preceptos contribuye a la
supervivencia y longevidad de la Hermandad. Los Asesinos que violan estas
normas se enfrentan a graves represalias. Por eso, el tercer precepto se
considera el más importante de los tres: la lealtad a la Hermandad está por
encima de cualquier lealtad personal.
En su esfuerzo por fomentar el libre albedrío y el progreso
intelectual, la Hermandad de los Asesinos emplea tácticas y métodos que parecen
contrarios a sus propios objetivos. Las tres ironías son comentarios sobre la
naturaleza contradictoria de la Hermandad. El término fue acuñado por Altaïr
Ibn-La’Ahad, líder de la Hermandad
durante la Tercera Cruzada, y después se recogió en una serie de escritos
conocidos como el Códice:
Las tres ironías son, por tanto, una crítica al credo de los
Asesinos, que sostiene que “Nada es verdad, todo está permitido”. Por
consiguiente, las discrepancias entre la ideología de la Hermandad y sus
prácticas no invalidad su causa, y no necesariamente han de verse como
hipócritas. Más bien, las tres ironías demuestran la disposición de la Orden a
abrazar la contradicción y la paradoja.
Además, las tres ironías sirven como base de reflexión y
meditación para los Asesinos. Las ironías introducen un elemento de
ambivalencia e incertidumbre en al ideología Asesina, ayudando así a prevenir
el fanatismo o el orgullo excesivo.
Con el tiempo, la Hermandad suavizó paulatinamente la
contradicción de las tres ironías, adoptando métodos más compatibles con su
ideología. En el siglo XXI, la Orden empezó a defender el cambio social con
métodos no violentos, como el de
fomentar activamente la educación. De este modo, las tres ironías también
representan desafíos que la Hermandad se esfuerza por superar.
ORDEN CRONOLOGICO
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